jueves, 3 de marzo de 2011

Esta ahí

Conforme tu conciencia crece, el mundo empieza a cambiar. No necesitas hacer nada directamente; todos los cambios que suceden se dan por si mismos. La única cosa que necesitas es un efuerzo por estar mas conciente.

Vuelvete mas conciente de todo lo que haces. Al caminar hazlo concientemente; lleva toda tu atención a caminar. Hay una gran diferencia entre caminar de manera inconciente y llevar al acto la cualidad de la conciencia. El cambio es radical. Puede no ser visible desde el exterior pero en el interior se está moviendo realmente en otra dimensión.

Intenta un acto pequeño: por ejemplo, al mover tu mano lo haces mecánicamente. Entonces muévela con mucha conciencia, sintiendo lentamente el movimiento y observando desde tu interior cómo la mueves.

Con sólo este pequeño gesto estás en el umbral de lo divino porque está sucediendo un milagro. Ese es uno de los grandes misterios que la ciencia no es aún capaz de medir. Decides que quieres mover la mano y la mano sigue tu deseo.

Es un milagro porque es conciencia contactando materia y no solo eso, sino materia siguiendo a la conciencia.

 El puente no ha sido encontrado. Es mágico.

Lo haces todo el día pero aún no lo has hecho conscientemente; de otra manera  con ese simple gesto surgiría una gran meditación para tí.

Esa es la manera en que lo divino mueve a toda la existencia. Caminando, sentado, escuchando o hablando, permanece alerta.

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