lunes, 29 de noviembre de 2010

La fuente de la luz

Medita en la luz de manera exterior y de manera interior. Deja que la luz se convierta en tu acompañante; piensa en ella y contémplala. Sólo mira, observa una estrella apareciendo o desapareciendo en el cielo, al sol saliendo o poniéndoese, a la luna o simplemente a una vela en la habitación. Entonces a veces, solo ceirra los ojos y  busca la luz interior. Un día tropezarás con ella y será un día de gran descubrimiento; ningún otro descubrimiento es comparable con ése. Ese día te volverá inmortal.

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